La escuela
La Escuela de meditación de Carlos Bardón inició su andadura hace ahora ya más de 35 años en un local cerca del Parque Isabel la Católica en Gijón, donde durante muchos años sirvió al propósito de la espiritualidad lo pidiera quien lo pidiese.
Años después, y tras sufrir un incendio en las instalaciones de Gijón, por fin se creó lo que hoy es la Escuela. Un terreno elevado en mitad de un entorno natural privilegiado en Lavandera, permitió construir un refugio en principio, una Escuela después y llegar a lo que es hoy, un centro donde realizar desde clases a retiros, pues cuenta con varias habitaciones tanto dobles como individuales, así como distintos tipos de terapias.
Durante la construcción de la Escuela esta recibió la visita de numerosos maestros de muchas disciplinas, especialmente lamas budistas tibetanos, tanto mahayana como theravada que bendijeron la iniciativa de la Escuela de Meditación. Sobre todo ello podéis leer el siguiente artículo de La Nueva España llamado “Buda se retira en Lavandera” donde encontraréis más detalles.
Si os pica la curiosidad, con posterioridad a ese artículo, La Nueva España visitó en dos ocasiones más la Escuela para documentar el trabajo, primero en “De desactivar bombas al budismo en Celles” y con posterioridad y dado el comienzo de la docencia online debido al CoVID en el artículo “Video Budismo desde Siero”
Hoy en día la Escuela ha crecido hasta contar con un aula para impartir los cursos tanto de forma presencial como remota totalmente equipada con las últimas tecnologías, una sala de reuniones para las terapias individuales, una sala de meditación en la que maestros, lamas y Rinpoches han dado enseñanza y han hecho ceremonias,un salón de actos en el que celebrar presentaciones de todo tipo también con proyector y sistema de audio profesional e incluso una piscina para la temporada estival.
Para cualquier información adicional sobre la Escuela no dudéis en utilizar el formulario de contacto, obtendréis una respuesta rápida y sincera. Y ánimo, adentrarse en el sendero es un paso difícil de dar pero enriquecedor para todos, especialmente para el que quiera pasarse por la Escuela aunque sea a visitarnos, la puerta está abierta siempre.
Un cordial saludo.
